domingo, 7 de diciembre de 2014

Escucha la oración de una doncella



Siempre me ha encantado esta canción. Me recuerda a personas que he querido mucho. A momentos bonitos y especialmente a uno muy triste. A pesar de que algún imbécil decidiera tocarla en un organillo indigno durante uno de los días más horribles de mi vida, aún me sigue gustando mucho. 

Me recuerda a ella, me hace pensar en ella y es bonito que una canción tan genial te haga pensar en una persona adorable a la que echas de menos. 

Hoy lo pienso, ¿cómo pude dejarte marchar con esa serenidad? 

Me pregunto cómo he sobrevivido pasando por delante de tu puerta cuando iba de visita a casa sabiendo que no estarías allí esperando para plantarme dos besos en la cara, pero en el fondo sé la respuesta. Todos nos vamos en algún momento y estoy satisfecha por la forma en la que tú lo hiciste. A veces parece que justo después fue cuando todo empezó a caerse a pedazos. 

Quizás era una señal. El final de algo. 

El adiós definitivo a la niña, el final del camino de baldosas amarillas. 

Fueron buenos tiempos. Toda una carrera de aprendizaje, pero creo que me gusta más la Laura de ahora, a pesar de todo. Creo que le voy a dar una oportunidad. 




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